Esta edificación hotelera involucra un uso mixto con multiniveles, creando una propuesta transgresora que no se limita por un terreno escarpado, sino que por el contrario, genera una huella en altura. Por esa ausencia de un terreno plano, se priorizan los primeros pisos, para que esa productividad no se vea fragmentada.
Alcobas
Baños
Zona social
Terrazas
A medida que se penetra el monte, se centran en diferentes niveles de privacidad: un primer piso social, un segundo piso con un núcleo de bar más privado, y la privacidad máxima en el tercer piso, donde se ubican las habitaciones.
Este proyecto teje una dinámica de una comunidad en equilibrio, porque involucra materiales locales como la guadua y la esterilla y los contrasta con unos más contemporáneos como el acero. Esta materialidad de igual manera propicia un levantamiento ágil de la edificación, y poco invasivo con su entorno.
Equipamiento elevado entre la copas de los árboles.